A solas en su habitación, tendido en la cama, miraba al techo y pensaba... pensaba en Amie Lynch.¿Qué le ocurría para no dejar de pensar en ella.? Nunca se le había hecho tan largo un fin de semana. No quiso salir con sus amigos; pretextó una fuerte jaqueca, no le apetecía. Alarmada por su comportamiento, Anastasia subió hasta su habitación.
- ¿ Que te ocurre, cielo ?
- Nada mamá. Me duele la cabeza, eso es todo.
- Teddy, podrás engañar a la humanidad entera, pero no a tu madre. ¿ Tienes algún problema? Quizá pueda ayudarte a resolverlo, pero para eso tendrás que decírmelo. - Teddy se giró quedando frente a su madre
- ¿ Puedo hacerte una pregunta, mamá?
- ¡ Claro hijo ! Dime
- ¿ Cómo os conocisteis papa y tú ?
- Fue muy gracioso, pero nos enamoramos al mismo tiempo y desde la primera vez que nos vimos. Fui a hacerle una entrevista, porque tía Kate, quién debió ser quién la hiciera, estaba con gripe y me pidió el favor. Cuando entré en su despacho, me caí de bruces porque tropecé con mi propio pie. Estaba muy nerviosa, no sabía nada de quién iba a entrevistar, y pensé que sería alguien mayor en edad. Cuando le vi frente a mi ayudándome a levantar... Cuando salí a la calle, tuve que tomarme un respiro. Me impacto tanto que no podía ni moverme del temblor de piernas que me produjo. Pensé no volver a verle más... Y así hasta hoy
- ¡ Que genial !
- Tuvimos muchas barreras que salvar
- ¿ Qué barreras?
- Pues ...
¿ Cómo decirle a su hijo la clase de barreas que fueron, pero se le ocurrió una respuesta - La diferencia social: tu padre ya era rico, muy rico. Y yo una chica que tenía que trabajar para terminar sus estudios, con crédito, que para mi era astronómico, por pagar. Era un sueño imposible. Además ¿ cómo iba a fijarse en mi, acostumbrado a ver mujeres elegantes en el círculo en el que se desenvolvía? No. Era inalcanzable. Pero... resultó. Sin saberlo, pero resultó
- La clase social ¿ es un impedimento?
- No debe serlo. Tu padre trabajó muy duro para lograr lo que tiene ahora. Mientras sea un trabajo honrado, no debe ser obstáculo ¿ Por qué me lo preguntas? Te has enamorado ¿ verdad ?
Teddy cambió de postura y volvió a la anterior. No contestó, pero con su silencio admitió que ese era su estado. Anastasia no quiso insistir más. Sabía que no la respondería. Hacía igual que su padre, era ¡ tan parecido! No quería pedir ayuda; pensaba resolverlo por si solo. Abandonó la habitación y fue en busca de un vaso de leche y un paracetamol, a sabiendas de que tenía de todo menos dolor de cabeza. Le dolía que su hijo padeciera mal de amores, esa es una enfermedad que ella conocía muy bien, y que efectivamente tienes que ser tú quien la cures. Al cabo de un rato volvió y dejo en la mesilla la leche y el calmante, lo hizo en silencio. Al marchar, Teddy, le dijo "gracias mamá ". Pero no le dio las gracias por la leche ni por el calmante, sino por su discreción. Ella le miró y le sonrió, saliendo de nuevo de la habitación de su hijo.
Christian estaba en su estudio. Tardó un buen rato en salir de él, y cuando lo hizo comprobó que Ana tenía un libro en la mano, pero la mirada no estaba en sus hojas, sino en la distancia
- Ana ¿ qué ocurre? Teddy ¿ está mejor ?
- Christian, Teddy no está enfermo: está enamorado
- ¿ Estás segura ?
- Soy su madre, además reconozco los síntomas
- Subiré a hablar con él.
-No lo hagas, al menos de momento. Es algo que tiene que solucionar solo.
-Pero yo no quiero que sufra. Yo pasé lo mío contigo, y si es igual, no lo quiero para él
- Yo tampoco, pero es algo que todos pasamos, sobretodo a su edad
- Puede que sea algo pasajero
- No lo creo. Tiene esa mirada...
- ¿ Qué mirada ?
- La que yo tenía cada vez que pensaba en ti
- Ah, ya. Yo también lo sentía ¿ o no lo sabes?
- Pero tú eras distinto. Eras arrollador y planteabas las cosas a bocajarro. Él es como tú, pero algo esconde que le impide solucionar lo que sea.
- Bien. Estaré atento, a ver si ha vuelto a las andadas.
-No creo que sea eso. Ella está cerca de él. Probablemente en la oficina
- ¿ En la oficina ?
- ¡ Claro ! No falta ni un día a ella, está estudiando. Sale poco con sus amigos, y es fin de semana y está en casa
- En la oficina ¿dices? Creo que sé quién le atormenta. No te preocupes, lo solucionaré
-¿ Cómo que lo solucionaras?
- Si, no te preocupes. Le cambiaré de departamento y listo
- No lo hagas. Sería peor
- Pues tu me dirás
- Déjalo estar, por favor. Se le pasará
Pero Christian no se quedó tranquilo; se trataba de su hijo que aunque fuera casi un hombre, él tenía la obligación de protegerle . " Les protegeremos hasta el fin de nuestros días "- le dijo Taylor-, y ahora comprendía esas palabras. Observaría a la chica, y ya vería cómo actuar.
Y llegó el lunes, y Teddy volvió a la oficina al salir del instituto como cualquier día, pero ahora Christian prestó más atención a la cara de su hijo, y pudo comprobar que ese día tenía la expresión más relajada, probablemente porque iba a verla. Y a media mañana, se dejó caer por el departamento de Ross con una excusa y la pudo ver de cerca. Observó que ella se puso nerviosa con su sola presencia: la intimidaba el Jefe Supremo. Entró en el despacho de Ross y al cabo de unos instantes volvió a salir. Dirigió su mirada hacia Amie, y a modo de saludo la dijo " señorita ". Con una inclinación de cabeza, saludó a los otros muchachos que trabajaban junto a ella.
Al llegar a su despacho, descolgó el teléfono y marcó un número por su móvil personal. al instante recibió la respuesta.
-
-Welch, necesito un informe. Lo más exhaustivo posible. Ya conoces el sistema. Lo quiero lo antes posible. Privado y confidencial, como todos. De momento es lo que hay. Toma nota . Nombre Amie Lynch. Gracias.
Al cortar la comunicación, recordó el día que hizo lo mismo con Anastasia. Habían pasado dieciocho años ¿ resultaría lo mismo ? Preocupado volvió a lo que estaba haciendo..
Había resuelto la fiesta de Phoebe. Había llamado a los padres de la chica que iba a celebrar la fiesta de pijamas y había obtenido respuesta: iban a estar los padres. Sin problemas, podía ir a su cita con las amigas. Por ese lado, todo resuelto de momento. Mucho se temía que volvería, no tardando mucho, a pedir unos nuevos informes a Welch.
Autoria: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Editada : Noviembre de 2016
Ilustraciones: Internet
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