CHRISTIAN AND THE SHADES

CHRISTIAN AND THE SHADES
Todo lo relacionado con Cincuenta Sombras de Grey. Basado en la trilogía de E.L. James

sábado, 23 de enero de 2021

Los Grey / Christian - Capítulo 4 - Beso

Se había despertado desorientada, no entendiendo el por qué se encontraba en una cama que no era la suya, en un hotel, y a medio vestir. ¿ quién la había traído hasta aquí, y qué había hecho con ella? Se levantó asustada; la cabeza le daba vueltas aún, y la resaca la producía un horrible dolor de cabeza. Fue al cuarto de baño y descolgó un albornoz enormemente grande, en el que su pequeño cuerpo se perdía. Sabía que ese tamaño no podía ser nada más que de un hombre, además alto y corpulento

-¡Oh Dios mío ! - ahogó un grito tapándose la boca  con la mano-¿ Qué es lo que he hecho ?  ¿Quién me trajo hasta aquí?

En ese momento oyó el sonido de una puerta que se abría.  No se atrevía a salir del baño; estaba muy preocupada. Pero una voz conocida, le hizo salir de la habitación

- Ya te has levantado ¿ Cómo te encuentras?


La vi tan asustada que me dio pena.  Era un buen principio para el futuro. Era bueno que se preocupara, porque si en lugar de ser yo, hubiera sido otro aprovechado, la pequeña Anastasia, estaría ahora en un complicado compromiso. Y ese que dice ser su amigo, ha resultado un oportunista; pretendía algo de ella sin tener en consideración el estado de embriaguez en el que se encontraba. ¡ Me rio yo de los amigos !
 Es muy difícil resistirse a sus encantos; hay que tener mucho control para no abalanzarse sobre ella y hacerla el amor.  Parece un pajarillo asustado.  Sus hermosos ojos me devoran con la mirada y no se atreve a preguntarme algo que la está quemando en los labios, pero que le da miedo oír la respuesta.  Tranquilízate pequeña, sólo te he rescatado de Dios sabe  qué peligro,  y te he traído hasta aquí, pero estás tan intacta como cuando ayer te emborrachaste de una manera vergonzosa.

Me has desilusionado bastante ¿ sabes ?Te creí más sensata y formal, pero está visto que a las crías como tu no se las puede dejar solas.  Das una imagen y resulta que eres su polo opuesto.  Cuando te vi con ese atuendo extraño y horrible que llevabas parecías a punto de romperte de lo frágil que parecías.  Me engañaste ¿ sabes ?, y créeme que no es fácil hacerlo. Pero veo que tienes experiencia que no eres tan timorata como aparentas ser.  Así que exploraré el terreno y posiblemente tengamos algo con lo que olvidar esta noche. Voy a romper el hielo y averiguar que piensa.

- No entiendo nada. ¿ Qué es lo que hago aquí? ¿ Me trajiste tú ?

Vaya,¡ me ha tuteado !, vamos avanzando . No seas cretino, Grey, tú lo has hecho primero.  Será mejor que la respondas; la noto algo nerviosa

- Estás aquí porque ayer te lleve a tu casa y no había nadie.  Estabas inconsciente, así que no me quedó otro remedio.  No quería dejarte en la calle, aunque te lo hubieras merecido. ¿ Cómo se te ocurre coger tamaña borrachera? Sencillamente, pienso que lo haces a menudo, y créeme te tenía en otro concepto.

- Lógico que lo pienses, pero he de decirte que no tengo esa costumbre  Fue la primera, y creo que nunca más lo repetiré. Y ahora si me perdonas, voy a vestirme. ¿ Donde está mi ropa?

-Aún no la han subido de la lavandería.  Si me dices tu talla, voy en un momento y te compro algo. No creo que desees salir a la calle con el albornoz.

Está avergonzada.  Se ruboriza y eso me gusta; es señal de que en verdad no tiene la costumbre de beber. No sabe en donde meterse, y apuesto a que desearía se la tragara la tierra. Tengo mis dudas de que pueda tener una cita con ella.  No creo que nos convenga a ninguno de los dos; a ella porque está claramente intimidada por mi, y a mi,  porque no creo que pueda proponerla nada de lo que yo quiero.  Es demasiado pazguata. Pero de todas maneras, me voy a arriesgar.

-¿Trabajas hoy ?
- Me quedan pocos días, pero creo que no pueda atender a la gente con semejante resaca. ¿ Por qué me lo preguntas?
- Porque había pensado que podíamos cenar esta noche en mi apartamento, ó si lo prefieres en algún restaurante
-Pero tu vives en Seattle ¿ Vamos a ir hasta allí para una cena ?- me pregunta burlona

- Anastasia, soy un hombre de recursos.  No te preocupes por ello. Sólo dime si ó no

- De acuerdo, si. Iré

Esta chica es una caja de sorpresas.  Cuando creía que iba a dudar y que tendría,  que poco menos que rogarla, va y acepta a la primera. ¿ Es temeraria, o está acostumbrada a las citas? Sin embargo en el informe figuraba que no se le conocía amistad masculina más que el fotógrafo, lo que me indica que es una temeraria. ¡ Ay Anastasia, no sabes la que te espera !

- Muy bien. ¿Dices que hoy no vas a trabajar ?, pues te recogeré en tu casa a las siete en punto. Me gusta la puntualidad, así que no te retrases ni un minuto. Y ahora tómate estas pastillas.  Te necesito despejada para esta noche

- ¡ Despejada ! ¿ por qué? ¿ Qué quieres decir ? Señor Grey eres todo un enigma

- No tienes idea de hasta que punto soy enigmático.  Y a propósito, tengo un requisito inexcusable para todas aquellas que vais a mi casa, y es la firma de un documento de confidencialidad

-¿ Qué quieres decir ?

-Pues como su nombre indica será totalmente confidencial.  Si te sintieras tentada de llamar a alguna revista y divulgases algo sobre nuestra cita, te demandaré y te las verías en un juzgado

-¿ Por qué iba a divulgar algo ? La cita que tengamos, no le interesa a nadie

 -Bien, me alegro de que así pienses.  Eso hará las cosas más fáciles. Cuando lleguemos esta noche a mi apartamento lo firmarás.  La documentación la tengo en mi despacho.  No tenía ni idea de lo interesante que iba a resultar esta noche pasada



-¿ Puedo preguntarte algo ?

- Por supuesto, adelante. Te anticipo que si es indiscreta tu pregunta, lo más probable es que no responda. Ya sabes lo que pienso de mi vida privada

- ¿ Ha pasado algo esta noche mientras estaba...,?  bueno ya sabes como estaba .

- No, Anastasia. Sólo te toqué para desvestirte. Estabas sucia y apestabas.  Estuve tentado de meterte en la ducha, pero estabas tan profundamente dormida, después de las horribles arcadas que tuviste, que me dio pena y te dejé dormir.- De nuevo se ha puesto roja, pero esta vez roja de verdad.  Se avergüenza. Bien.

La he comprado un equipo completo para que pueda vestirse.  Lo han traído mientras ella se estaba  duchando.  Espero que la talla sea la correcta, Se lo pregunté como aviso de lo que iba a hacer, Por fin sale vestida, y ¡ madre mía ! esta chica es toda una belleza.  Se le nota que está algo incómoda, por eso no la mencionaré nada. Desayunaremos tranquilamente y después la llevaré a su casa y esta noche ¿ qué pasara ? Espero que algo bueno para los dos.

- Siéntate.  Han traído el desayuno y espero que sea de tu agrado

- ¿ Todo esto ? No pretenderás que me lo coma todo. Con un té estoy lista

- De eso nada. Desayunarás como es debido. Seguro que no tomaste alimento anoche. Cuando uno bebe ha de comer

- ¿ Podemos olvidarnos de anoche, por favor ?

- De acuerdo, por mi olvidado, pero come.

Vamos por el pasillo camino del ascensor que se detiene al poco de llamarle. Es un recinto sobrio, forrado de madera, muy clásico como todo el hotel. Entramos en él sin hablar. La miro de reojo, y ella hace lo mismo conmigo. ¿ Qué podría comentar ? No se me ocurre nada.  La miro.   Cuando veo que hace un gesto en el que hasta ahora no había reparado. ¡ Madre mía !. Sin poderlo remediar, me abalanzo sobre ella,  tomo su rostro entre mis manos y la beso de una forma como  nunca había hecho, nunca había sentido la necesidad de hacerlo así con otra chica, sólo Anastasia me lo provoca.  Ella sorprendida abre mucho los ojos con extrañeza, pero no me rechaza.  Trata de abrazarme, y  ese contacto es lo único que me desagrada, y levanto sus brazos por encima de la cabeza sujetándolos con una mano y con  la otra aprieto su boca sobre la mía. Mordisqueo sus labios que son un deleite .   No quiero que termine nunca, pero una campanilla nos anuncia que hemos llegado.


 
 Rápidamente rompo mi unión con  ella y la veo jadeando al igual que yo ¿ Qué ha sido esto Grey?  Ni yo mismo lo entiendo; nunca me había ocurrido, pero el besar sus labios, el mordisquearlos, ha sido un placer infinito nunca antes sentido.  Mis contactos con las chicas, son mecánicos, rutinarios.  Si alguna me besa, no se lo impido, pero tampoco lo echaría de menos si no lo hiciera.  Pero lo que he sentido con Anastasia ha sido sublime y excitante, tanto, que si no tuviera control sobre mi, me hubiera visto en un gran aprieto frente a ella.
Dentro de poco la dejaré en casa y aguardaré impaciente que llegue la noche.  Si esto ha sido un pequeño aperitivo, la pequeña Steele va a brindarme momentos de gloria.

Autoría:  Versión libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Editada: 2017
Ilustraciones:  Cincuenta sombras

DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS 

No hay comentarios:

Publicar un comentario