Terminamos el salteado, y sentados en la alfombra lo degustamos. Está exquisito, ella también guisa, como lo hacían las otras; pero inmediatamente borro ese pensamiento. Ella no es igual que las otras. Le gusta cuidar de todos. Me dice que aprendió a cocinar cuando fue a vivir con su padre, ya que él era negado y se alimentaba a base de sandwich y donuts. Me dice que si quiero postre, no tiene más que helado de vainilla
- Busco en el congelador
Se me ocurre algo Sería estupendo si pudiera quedarme toda la noche. Nunca duermo con nadie; quizá es hora de probar a ver qué tal con Anastasia. Se lo propongo y ella acepta. Me levanto y le tiendo mi mano. ¡ Magnífico !, voy a sorprenderla y me sorprenderé a mi mismo. No es la primera vez que lo hago, pero si es la primera vez con sabor a vainilla. Las otras veces eran de chocolate y alguna fresa que otra que iba depositando en las partes eróticas de la chica de turno. Pero Ana es distinta y será algo especial creado, inventado por mi para ella. Creo que la voy a sorprender; al menos ese es mi deseo. Busco únicamente el placer, ese placer que hasta hace poco no sabia que existiera y que lo alcanza de mi mano, sólo de mi mano, porque ella es y será únicamente mia.
Busca en su armario una toalla grande que la he pedido, la extiendo sobre la cama, quedando cubierta en su totalidad. Ella me deja hacer, pero no tiene ni idea de lo que estoy pensando. Sonrie, la muy pícara espera algo, pero no lo que voy a hacerla. Nunca ha tenido una experiencia semejante y yo también me regocijo al pensarlo. La quito la bata que lleva puesta, y ante mi se queda desnuda. Me recreo en la contemplación de su cuerpo. Tiene unas formas perfectas: ni grandes ni pequeñas, justas para mi mano. Su piel suave incita a las caricias. Es perfecta, hermosa. Posiblemente dejo traslucir mi pensamiento, porque ella sonrìe y baja la vista.
-Túmbate boca arriba- la ordeno, mientras con un cinturón ato sus manos al cabezal de su cama. De esta manera no podrá tocarme, porque presiento que querrá hacerlo y eso es un límite infranqueable.También me desnudo frente a ella, y me doy cuenta que observa mi cuerpo mitad admiración, mitad deseo. De vez en cuando encoge una pierna, la estira, y con la punta del pie recorre la cama hasta doblar la rodilla. Sonrío al comprobar que ella espera mi posesión, que aún no llegará.. Su boca se abre ligeramente, suspira de una manera muy ténue, y yo la beso suavemente, pero intensifico mi beso, tomando posesión de su boca. Comienzo el ritual, me siento a horcajadas sobre ella. Destapo la tarrina y hundo la cuchara en ella recogiendo un buen trozo de helado. Lo lamo deleitándome; ella me mira sin parpadear. Seguro que se pregunta qué voy a hacer . Se lo doy a probar, y antes de que se acerque a lamerlo, lo retiro y lo vuelvo a lamer yo.
- Aún está muy duro. No seas impaciente. Espera que se caliente un poco
- Christian...-exclama a modo de súplica. Se lo que quiere, lo que desea, porque es lo mismo que yo. Entonces vuelvo a introducir la cuchara y extraigo un trozo que deposito sobre su garganta. Al contacto con su cuerpo, comienza a derretirse y a gotear por los lados de su cuello. No quiero que llegue hasta la cama y lamo suavemente, el helado que gotea. Ella arquea un poco el cuerpo y jadea suavemente. Su temperatura ha subido, haciendo que el helado se haga líquido rápidamente. Sigo con la "tortura", y deposito una porción en cada uno de sus pechos, otra en el estómago, ombligo, y vuelta a empezar, lamiendo cada gota del helado que se derrite a lo largo del bello cuerpo de Anastasia. Y sigo bajando desde el ombligo y utilizo el último trozo en su parte más íntima, en la más deliciosa, para mi deleite y su placer.
Ella grita y jadea a un mismo tiempo. No quiero que se corra aún, pero lo hace al sentir mis caricias. Pero no es suficiente para mi. La deseo febril de lujuria, de placer y nuevamente la excito volviendo a lamer su parte más sensible. Date prisa Grey, está a punto de nuevo. Me pongo mi protección y la penetro, la hago mia a un ritmo lento, suave, dulce, arrebatador. Yo, normalmente silencioso, no puedo evitar jadeos y susurros junto a su oido. Ella me pide fuerza y rapidez, y yo la sigo, la sigo, la acompaño en el éxtasis y el deseo. El placer nos llega a ambos al mismo tiempo y me abrazo a ella cuando el clímax me invade totalmente.
Necesitamos calmarnos y recuperar el ritmo cardiaco. Ha sido increíble; no podría compararlo con nada ni con nadie. Ha sido único, quizá porque es ella, porque es Ana. De pronto he descubierto que ha sido la primera vez que le hago el amor de forma tranquila suave, pero con infinita ternura, pero al mismo tiempo, y como sospechaba, en el último tramo del acto, es ella la que me pide que sea duro y rápido, y yo la sigo, acompasando nuestro ritmo. Necesito hacerla saber que es importante para mi, y no sólo por el sexo, es por ella misma. Por su inocencia, dulzura y candidez, por su ternura y que nunca dejaré que se marche.
Me ha gustado el sexo vainilla. Lo practicaremos más veces. Para nada es rutinario, sino todo lo contrario. Ni el chocolate, ni las fresas, ni el champán, nada es comparable como tomar el helado del cuerpo de Ana. Y desde hoy esa forma de poseerla tendrá un nombre: Ben & Jerry's & Ana. Creo que ella estará conforme. Ha sido algo muy, muy especial, placentero y largo. Pese a ello, hubiera dado cualquier cosa, porque fuese eterno. Estar dentro del cuerpo de Ana no tiene comparación con nada.
- No te dejaré marchar nunca, Anastasia
- No quiero irme. Pero ¿ y si te cansas ?
- Nunca me cansaré de ti. Nunca había sentido tanta angustia como cuando me dejaste.Haría cualquier cosa para no volver a sentirme así.
Ella me besa con ternura. De repente recuerdo que al día siguiente mis padres celebran la anual velada benéfica de "Afrontarlo juntos ". Quiero que Ana venga conmigo, y así se lo expreso. Ella me dice que no tiene nada que ponerse. Ignora que todo su guardarropa está intacto, con trajes maravillosos encargados especialmente para ella, y aunque me dijo que los devolviera, me negué a ello, quizás esperando un milagro para su retorno. Se lo hago saber, temiendo una negativa, pero no se si es porque está cansada o se ha dado cuenta de que nos necesitamos, ella no dice nada., Solo sale de la cama en dirección al cuarto de baño para darse una ducha. Yo la veo marchar admirando su cuerpo desnudo, una vez mas.
Auditoría: Relato de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras más oscuras
Edición: Año 2017
Ilustraciones: Cincuenta sombras más oscuras
Video: Youtube /Earned it / The weekend
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario