Se sentaron en el salón después de cenar, que fue a la hora acostumbrada, pero lo hicieron los tres solos, porque Teddy, no acudió a la hora fijada. Posiblemente pensara que su padre aún seguiría en Nueva York. Christian relató la conversación mantenida con el canadiense y Ana le dijo:
- Si todo fue tan bien ¿ cómo es que has tardado más de la cuenta ?- Christian no se atrevió a relatarla el suceso Elena, máxime que Phoebe estaba delante y preguntaría quién sería esa mujer a la que odiaba tanto su madre
- Me vi obligado a acudir con él al Metropolitan y al Moma. . Estaba deseando volver a casa. Dentro de un tiempo vendrá a Seattle a seguir con las conversaciones, y tendrás oportunidad de conocerle. Y ahora cuéntame ¿ qué has hecho tu ?
- He visto a una escritora muy interesante, asistí al simposio en el que entablé contactos con otras editoriales, en fin...
- Y Teddy ¿ no es eso ?
-¿ Cómo lo sabes ? ¿ Phoebe?
- Si, me lo ha contado ella. ¿ A qué hora suele llegar ?
-A las doce o algo más.
- Muy bien. Id a acostaros. Yo le espero hoy
- Pero...
- Ana...no discutas. Hoy le espero yo. Esto no puede ser.. Si se corrige, que yo espero que si, todo volverá a la normalidad. Si no es así, tomaré medidas drásticas con él. Primero le escucharé a ver que me dice. Si lo encuentro razonable, no pasará nada, pero si no es así me va a oír.
Y Christian miró el reloj y vio que eran las diez de la noche; consideraba que esa era un hora prudencial. Se sentó tranquilamente, encendió el televisor, y puso un canal de música. Leería mientras escuchaba alguna grabación: Chopin era su preferido y qué casualidad estaban con el preludio, Asfixia. Y de repente recordó cuando él tocaba esa pieza en momentos en que algo le preocupaba, y no era precisamente la tardanza de Teddy, sino el asunto Elena. Cuándo y cómo decírselo a Anastasia. ¿ ¿Sería mejor ocultarlo? ¿ Dejarlo pasar? Vivían en sitios diferentes, por lo que sería extraño que se vieran y que Anastasia se enterara de todo. El único que lo sabía era Taylor, y le constaba que él no se iría de la lengua.
Lo dejaría pasar unos días. Ahora lo importante era Teddy, y ya se estaba impacientando y alterando, al mismo tiempo. ¿ Era Teddy el que le alteraba, o era su conciencia al demorar la noticia a Anastasia?
Dando las doce, el ruido de las llaves de la puerta de entrada le avisó su hijo ya estaba en casa. Teddy entró y se dirigió al salón como todas las noches para saludar a su madre, a pesar de que ésta le recibía de uñas, pero más que nada era para tranquilizarla. Su sorpresa fue mayúscula cuando se encontró que no era Ana, sino Christian quién le aguardaba.
Calmosamente, Christian se levantó del sillón en el que estaba, y se plantó en mitad de la habitación, enseñando a su hijo el reloj, como si Teddy no supiera la hora que era.
- Papá ¡ has vuelto ! Se me ha hecho un poco tarde. He tenido que esperar a que me trajera James, y él no tenía prisa por que nos marcháramos
- Teddy, si hay algo que me molesta es la mentira, y tú lo estás haciendo en estos momentos
- Deja que te explique, papá
- No Teddy. Has tenido a tu madre preocupada todos estos días y no te ha importado. ¿ Qué excusa le dabas a ella, que James no te traía? ¡ Vamos hijo ! Que yo no he nacido así. ¿ Qué es lo que está ocurriendo? Quiero que me lo digas y va a ser ahora. ¿ Bebes ? ¿ Tomas algo indebido ? tú sabes a lo que me refiero
- No papá, ni una cosa ni otra
-¿ Entonces , dónde andas hasta estas horas?
- Papá me da un poco de corte decírtelo
-Si te da corte, es que no es bueno. Olvídate que soy tu padre. Dime ahora mismo en que andas metido.
- Estamos dos chicos encaprichados con unas chicas, y vamos a verlas todas las tardes al salir del instituto
-¿ Y dejan los padres a esas chicas hasta estas horas?
- Es que ellas trabajan
-¿ Trabajan? ¿ Qué edad tienen ?
- Son mayores que nosotros
- ¿ Mucho ?
- Papa, es muy difícil para mi hablar de estas cosas contigo
- No me dirás que vais a un burdel ¿verdad? - Teddy agachó la cabeza y no respondió. Christian se echo las manos a la cabeza , dio dos pasos y trataba de contener la furia. Sabía que gritándole no iba a conseguir nada y debía saber toda la verdad- Responde Teddy ¿ vais a un burdel?
- Si... pero...
- Pero ¿ qué Teddy? ¿ Folláis con ellas?
- Pues... si, papa
-¿ Todos los días?
- Si
- ¿ Y cuánto os cuesta ? Porque ellas no trabajan gratis
- Bastante
- ¿ Cuánto Teddy ?
- Quinientos dólares
-¿ Quinientos dólares todas las noches? ¿ Por cuánto tiempo ?
- Media hora
-¿ Media hora y quinientos dólares? ¿ No os dais cuenta que os sacan el dinero?
- No papa, ellas nos quieren
- Os quieren. ¿ Cómo podéis ser tan imbéciles? Dime, ¿ al menos te proteges? porque no pensarás que eres el único al que atiende
-Si me protejo. Tienes que comprender que ya tengo una edad...
- Claro ¡ ya eres un hombre ! ¿ De dónde coño has sacado el dinero? ¿ Se lo pedías a tu madre?
- No, qué cosas dices
- Pues alguien te lo tenía que dar ¿ lo pagaba tu amigo, y si es así de dónde lo saca él ? ¿ Cuánto dinero debes?
- Debo tres mil dólares
-¿ Quién te los dio ?
- Verás le dije que era para otra cosa. Esa persona no sabe nada, me los dio creyendo que era para arreglar mi motocicleta. Luego te fuiste a Nueva York y...
- ¿ Ha sido Taylor . Contesta. ¿ No le extrañó que no nos lo pidieras a nosotros?
- Le dije que tu me regañarías, que te pondrías hecho una furia
- Encima con mentiras. Lo que más odio. Muy bien. Pues desde ahora se te han acabado las escapadas. y por las tardes, como tienes tiempo para follar, vas a tener tiempo para trabajar, Así que acudirás todas las tardes a las oficinas y allí trabajarás en algo. Ya te buscaré algún departamento. No creas que vas a ir de directivo: irás para repartir los cafés, el correo o irás a algún recado que te manden .
- Pero papa, tengo que estudiar.
- ¡ Claro que tienes que estudiar ! Lo harás y cuando termines, trabajarás. Y ahora... escúchame bien. No soy tan viejo como para no entenderte, sé que a determinada edad, los chicos necesitan , bueno lo que tu ya has probado. Para información pregúntame, por favor. Yo te diré donde puedes y donde no puedes ir. Hasta que me casé con tu madre yo... Bueno no necesitas saber lo que yo hacía. Espero que esto no se repita más ¿ entendido ? Porque si desobedeces mis órdenes, tomaré medidas bastantes más severas que estas. ahora ve a cenar , dúchate, hueles a burdel. Y acuéstate enseguida antes de que se despierte tu madre,, que bastante preocupada la tienes. Buenas noches Teddy.
- Buenas noches, papa
Christian se quedó preocupado por su hijo. De repente se daba cuenta de que se había hecho un hombre y que hacía las mismas cosas que cualquier joven. No como él, que fueron circunstancias distintas, pero recordó la fogosidad de sus relaciones con Elena, y de que las hormonas no le dejaban tranquilo. ¡Elena ! Había olvidado ese tema con lo de Teddy. Definitivamente esta noche no se lo diría a Anastasia, si es que aún estaba despierta.
- Y mañana hablaré con Taylor.
Subió las escaleras y se dirigió a su dormitorio. Ana estaba despierta, sentada en la cama, esperaba ansiosa a Christian
- ¿ Has hablado con Teddy ?
-¡Claro mujer. Y no te preocupes. Está todas las noches en casa de un amigo viendo películas y oyendo música. Le he dicho que invierta su tiempo en trabajar, así que a partir de mañana irá a la oficina
- Pero tiene que estudiar
-Ana, si tiene tiempo de estar con sus amigos, tiene tiempo de hace algo útil. Si tiene que estudiar, lo hará allí. Y ahora dejemos ese tema y ocupémonos de nosotros. Hace muchos días que no he estado contigo y reclamo mi espacio.
Anastasia rió y se escurrió de la cama. Christian la quitó el camisón y las caricias por el cuerpo de su mujer comenzaron. Era como un ritual al que ella respondía. Sabían cuál iba a ser el resultado, algo que ambos buscaban
"Ana, mi Ana" - Y besaba su boca con ansiedad, como si le fuera en ello la vida, al tiempo que recorría su cuerpo y bajaba por él con sus besos y sus caricias.
Pero Ana notó algo desacostumbrado. Desde que se casaron sus relaciones sexuales eran intensas, pero no tenían lo que estaba teniendo hoy. Era algo que no sabía expresar, pero distinto. Hacía mucho tiempo que no tenían esta intensidad, esta necesidad de ella. Pensó que se debía a los días de ausencia, y rechazó de su cabeza cualquier otra razón. Y disfrutó del sexo tan ardiente y especial que Christian y ella estaban teniendo a su regreso de Nueva York. Al fin rendidos, como siempre, sus cuerpos permanecían abrazados, eso no había cambiado. El besaba sus cabellos y atraía su cuerpo hacía el. Amaba a esa mujer con desesperación, cada día más. Adoraba su olor a fruta fresca, y sonrió. Ana plácidamente se quedó dormida y un rato más tarde lo hizo Christian.
Peo su sueño duró poco y al cabo de dos horas de haberse acostado, ya estaba con los ojos abiertos. Hacía tiempo que no le ocurría ésto. Aprovechó que Ana se movió, para soltar su abrazo y levantarse. Y de nuevo volvió al piano y de nuevo el preludio de Chopin resonó en las paredes, a pesar de la sordina. Lo que hizo que Ana se despertara
- ¿ Qué ocurre? ¿ Qué te preocupa? Hacía mucho tiempo que no tocabas a estas horas
- No te preocupes. Sin duda el Jet lag y la espera de Teddy. Ve a la cama no tardaré
- No lo haré sin ti- Y se sentó a su lado reclinando la cabeza sobre su hombro.
Autoría: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de E L James, Cincuenta sombras de Grey
Editada: Noviembre de 2016
Ilustraciones: Internet / CincuenTa sombras
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