La mansión de Christian y Ana, se engalanaba para el enlace de Teddy y Amie. Al igual que hiciera Grace, ahora era el turno de Ana, y poco a poco todo estaba a punto para el gran acontecimiento que iba a tener lugar en la familia. La noche anterior Christian llamó a su hijo. Quería tener una charla con él para darle unos consejos de hombre a hombre, y no de padre a hijo:
- Hijo mío, en unas horas, tu vida cambiará radicalmente, pertenecerás en cuerpo y alma a una mujer, y ella te pertenecerá a ti en igual medida. Respétala y ámala por encima de todas las cosas, y cuando dentro de unos meses nazca vuestro primer hijo, ayúdala, porque ella habrá de enfrentarse a un importante reto: criar a una personita que ha de ser buena como lo son sus padres. Enamora día a día a tu mujer, no sólo en el momento del sexo, que también; tendrás que seducirla minuto a minuto, y ella te corresponderá de igual manera. aparca en el trabajo las preocupaciones, nunca las lleves a casa. Habla con Amie, no la dejes al margen nunca de lo que te ocurra.
Ella es muy inteligente y podrá darte un punto de vista distinto del que tu sientas, si es que algo te preocupa. Seguramente tendréis algún desencuentro, como todos tenemos, no te los lleves a la cama. Nunca te duermas sin demostrarle tu amor y comprensión. Respétala como tu compañera que será, nunca como una esclava o sirvienta. Tendrás que tener paciencia de ahora en adelante con su embarazo, porque la peor parte la lleva ella, nunca se te olvide. Agradécele siempre que te da ese hijo, al que querrás mas que a tu propia vida, y al que juntos deberéis educar para hacerle un hombre o una mujer de bien. Creo que es cuanto tengo que decirte. Te voy a pedir algo: si alguna vez os veis en apuros del tipo que sea, prométeme que recurriréis a nosotros para poder ayudaros. Siempre seréis bien recibidos, de hecho, esta será siempre vuestra casa, la de los tres, y estaremos muy satisfechos de que vengáis, porque seguís siendo mi familia
Ella es muy inteligente y podrá darte un punto de vista distinto del que tu sientas, si es que algo te preocupa. Seguramente tendréis algún desencuentro, como todos tenemos, no te los lleves a la cama. Nunca te duermas sin demostrarle tu amor y comprensión. Respétala como tu compañera que será, nunca como una esclava o sirvienta. Tendrás que tener paciencia de ahora en adelante con su embarazo, porque la peor parte la lleva ella, nunca se te olvide. Agradécele siempre que te da ese hijo, al que querrás mas que a tu propia vida, y al que juntos deberéis educar para hacerle un hombre o una mujer de bien. Creo que es cuanto tengo que decirte. Te voy a pedir algo: si alguna vez os veis en apuros del tipo que sea, prométeme que recurriréis a nosotros para poder ayudaros. Siempre seréis bien recibidos, de hecho, esta será siempre vuestra casa, la de los tres, y estaremos muy satisfechos de que vengáis, porque seguís siendo mi familia
Teddy, emocionado, por todo lo que estaba viviendo, se sentía aún más con las palabras de su padre, al que hizo una petición
- Papá ¿ puedo decir los votos que tu hiciste a mamá cuando os casasteis ?
- Naturalmente que si, hijo. Nada me gustaría más. A mi me fue bien con ellos. Ahora ven aquí - ambos se fundieron en un fraternal abrazo, no exento de emoción y cariño.
Por la noche, a solas en su dormitorio, Ni Ana ni Christian, podían dormir. Les parecía imposible que su Blip fuera a casarse al día siguiente. Cogidos de la mano ocultaban sus propios nervios y emoción. Había sido un largo camino, pero que a pesar del tiempo transcurrido, había sido muy corto, con una vida intensa.
- ¿ Sabes Ana? Lo hemos conseguido: hemos criado a unos hijos buenos y leales, en un hogar pleno de amor y compresión. Algo que en un principio se auguraba lejos de lo conseguido. Pero supimos luchar por ello, y aquí estamos. Aún nos queda por educar al benjamín, y vamos a ser abuelos a un tiempo. ¡Y eso que yo no quería comprometerme con nadie.! Estaba claro que nuestro destino era estar juntos para siempre, y nunca, nunca me he arrepentido de ello. He sido y soy, el hombre mas feliz del mundo con mis cincuenta sombras, que tú supiste llenar de luz una a una. Me pregunto, a veces, qué hubiera sido de mi vida si no llego a encontrarte, o tu me hubieras rechazado. No quiero ni pensarlo. Nuestro amor derribó todas las barreras que eran grandes, pero supimos construir amor, en donde sólo había oscuridad y dudas.
- Christian, sin ti, mi vida hubiera sido anodina y vacía. Te esperaba sin saberlo y llegaste inesperadamente, pero bendigo ese día.
Se besaron, se abrazaron e hicieron el amor con más intensidad que cualquier otro día, porque esa era una noche especial, en la que los sentimientos, los recuerdos y las emociones , afloraban en ellos.
La actividad comenzó pronto en la mansión Grey. Una marea de camareros y cocineros, ocupaban la cocina, y recibían las últimas instrucciones del director del cáterin contratado para la comida y fiesta de la boda. Phoebe estaba nerviosa y pedía opinión a Ana sobre el vestido elegido que le quedaba perfecto. Ana, muy emocionada, trataba por todos los medios de no soltar alguna lagrimilla, y Christian nervioso iba de un lado para el otro, muy lejos del habitual aplomo que siempre experimentaba, aún en las ocasiones más comprometidas. Claro, que no siempre se casa a un hijo.
Ya todo estaba a punto. Los primeros invitados comenzaban a llegar, y como no podía ser de otro modo, Grace y Carrick, fueron los primeros. Les siguieron Kate, Elliot y sus dos hijos, Mia, y Ethan, Ross, Andrea y demás empleados de Grey. Flynn, José, Carla y Bob. Ray... y un largo etcétera de distintas amistades y compromisos sociales. Los padres de Amie, llegaron junto a ella, impecablemente vestidos y muy nerviosos y emocionados.
Y por fin, Amie y Teddy, se vieron frente a frente en el altar improvisado en el jardín de la mansión. Christian no soltaba de la mano a Ana, para calmar su emoción, y ambos se miraban de vez en cuando. Teddy pronunció los votos que emocionaron , no sólo a la novia, sino a toda la familia.
- Te amaré, protegeré y cuidaré de ti toda la vida. Haré que cumplas con tus sueños más preciados e ilusiones más queridas. Nunca olvidaré que eres mi compañera, y te guardaré el debido respeto. Y así será siempre hasta que la muerte nos separe
- Yo, te consolaré en las horas de tribulaciones, y reiré contigo, y sufriré cuando sufras. Siempre estaré a tu lado, en las horas felices y en las no tanto. Serás mi dueño y yo tuya. Te querré mientras viva.
Christian y Ana, no dejaban de mirarse, quizá recordando su propio enlace. Las abuelas secaban alguna lágrima que se escapaba. Los abuelos carraspeaban, y Ross y Andrea bajaban la cabeza para ocultar su emoción. Les parecía mentira asistir a la boda del chico que habían visto nacer, con la becaria que entró no hacía tanto, volviendo la cabeza de Teddy del revés. Todos se calmaron cuando el reverendo dijo
- Os declaro marido y mujer . Puedes besar a la novia
Y Teddy tomó por la cintura a su ya mujer, y fue el beso más profundo que nunca le diera. Ella correspondió con un abrazo, y todos rompieron en aplausos, un vez relajada la emoción del acto.
Partieron en viaje de luna de miel en el avión de Grey Enterprise Holding, como hicieran otrora sus padres, y les ofrecieron un increíble viaje de luna de miel, regalo del matrimonio
La actividad comenzó pronto en la mansión Grey. Una marea de camareros y cocineros, ocupaban la cocina, y recibían las últimas instrucciones del director del cáterin contratado para la comida y fiesta de la boda. Phoebe estaba nerviosa y pedía opinión a Ana sobre el vestido elegido que le quedaba perfecto. Ana, muy emocionada, trataba por todos los medios de no soltar alguna lagrimilla, y Christian nervioso iba de un lado para el otro, muy lejos del habitual aplomo que siempre experimentaba, aún en las ocasiones más comprometidas. Claro, que no siempre se casa a un hijo.
Ya todo estaba a punto. Los primeros invitados comenzaban a llegar, y como no podía ser de otro modo, Grace y Carrick, fueron los primeros. Les siguieron Kate, Elliot y sus dos hijos, Mia, y Ethan, Ross, Andrea y demás empleados de Grey. Flynn, José, Carla y Bob. Ray... y un largo etcétera de distintas amistades y compromisos sociales. Los padres de Amie, llegaron junto a ella, impecablemente vestidos y muy nerviosos y emocionados.
Y por fin, Amie y Teddy, se vieron frente a frente en el altar improvisado en el jardín de la mansión. Christian no soltaba de la mano a Ana, para calmar su emoción, y ambos se miraban de vez en cuando. Teddy pronunció los votos que emocionaron , no sólo a la novia, sino a toda la familia.
- Te amaré, protegeré y cuidaré de ti toda la vida. Haré que cumplas con tus sueños más preciados e ilusiones más queridas. Nunca olvidaré que eres mi compañera, y te guardaré el debido respeto. Y así será siempre hasta que la muerte nos separe
- Yo, te consolaré en las horas de tribulaciones, y reiré contigo, y sufriré cuando sufras. Siempre estaré a tu lado, en las horas felices y en las no tanto. Serás mi dueño y yo tuya. Te querré mientras viva.
Christian y Ana, no dejaban de mirarse, quizá recordando su propio enlace. Las abuelas secaban alguna lágrima que se escapaba. Los abuelos carraspeaban, y Ross y Andrea bajaban la cabeza para ocultar su emoción. Les parecía mentira asistir a la boda del chico que habían visto nacer, con la becaria que entró no hacía tanto, volviendo la cabeza de Teddy del revés. Todos se calmaron cuando el reverendo dijo
- Os declaro marido y mujer . Puedes besar a la novia
Partieron en viaje de luna de miel en el avión de Grey Enterprise Holding, como hicieran otrora sus padres, y les ofrecieron un increíble viaje de luna de miel, regalo del matrimonio
Autoría: Relato libre de 1996rosafermu basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Editada: 2016
Ilustraciones: Internet
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