Anastasia salía cada mañana a dar un paseo por los alrededores de la finca Grey, y a su regreso, en el despacho de Carrick, hacía que revisaba algún manuscrito, para evitar que le preguntasen, porque lo que ocurría es que , no tenía muy claras las respuestas. Desde una cabina llamaba a sus hijos cada día, y cada día daba una evasiva al preguntarle cuándo iba a regresar, sin que sus respuestas fueran convincentes para los chicos, extrañados que nunca hablara con su padre, por mucho que éste les dijera que lo hacía desde la oficina.
Llevaba varios días con los Grey, y aún no les había contado la verdadera razón de su presencia allí, por eso fue Grace, quién tomó la delantera
- Ana, ¿aceptarías mi compañía en tu paseo?
- Naturalmente, Grace. Así se me hará más corto el camino. No sé porqué no lo hemos hecho más veces
Y las dos mujeres salieron a pasear. Charlaban amigablemente, pero llegaron a un punto conocido por Grace y hacia allí encaminaron sus pasos.
- Te enseñaré mi lugar favorito. Allí me siento y paso un largo rato, a veces leyendo, y otras escuchando el murmullo de la Naturaleza.
-Grace,¡ esto es precioso ! y rezuma paz y es cierto puedes escuchar lo que la Naturaleza te dice
- Me alegro que te guste. Descansemos unos momentos. Ven siéntate aquí
Se sentaron, y Grace con la franqueza que la caracterizaba, tomo las manos de Anastasia y, mirándola fijamente la dijo.
-Ana, querida, sabes que eres como una hija para mi, y no deseo inmiscuirme en vuestros asuntos, pero intuyo que algo grave ha ocurrido para que tú estés aquí, y Christian aún no haya aparecido ni llamado por teléfono´. De modo que cuéntame lo que ha pasado
- Ana, ¿aceptarías mi compañía en tu paseo?
- Naturalmente, Grace. Así se me hará más corto el camino. No sé porqué no lo hemos hecho más veces
Y las dos mujeres salieron a pasear. Charlaban amigablemente, pero llegaron a un punto conocido por Grace y hacia allí encaminaron sus pasos.
- Te enseñaré mi lugar favorito. Allí me siento y paso un largo rato, a veces leyendo, y otras escuchando el murmullo de la Naturaleza.
-Grace,¡ esto es precioso ! y rezuma paz y es cierto puedes escuchar lo que la Naturaleza te dice
- Me alegro que te guste. Descansemos unos momentos. Ven siéntate aquí
Se sentaron, y Grace con la franqueza que la caracterizaba, tomo las manos de Anastasia y, mirándola fijamente la dijo.
-Ana, querida, sabes que eres como una hija para mi, y no deseo inmiscuirme en vuestros asuntos, pero intuyo que algo grave ha ocurrido para que tú estés aquí, y Christian aún no haya aparecido ni llamado por teléfono´. De modo que cuéntame lo que ha pasado
Ana sin poder contenerse, rompió a llorar, lo que alarmó sobremanera a Grace. Relató lo ocurrido entre ellos, y Grace se quedó durante unos instantes sin saber qué decir.
Había algo extraño en todo ello que no le encajaba. Ana pensaba que su hijo se había acostado con Elena, ¿ Cómo es que había vuelto a verla ? ¿ En Nueva York? ¿ En una cafetería ? ¿ Que la había mentido y que la había recompensado nuevamente?. No podía ser posible. El amaba a su mujer y no haría algo así. Le llamaría por teléfono y conocería la otra versión. Se apiadó de Ana que lloraba sin consuelo. Abrió sus brazos para que se refugiase en ellos y trataría de calmarla con dulces palabras de apoyo y cariño. Pasaron unos minutos y mirándola a los ojos la dijo:
-Ana querida, Christian te adora, no podría vivir sin ti. Pienso que todo es un cúmulo de malentendidos que deberá explicar con amplitud, aunque pienso que debió decírtelo y no mentir respecto a la duración de su estancia en Nueva York. Pero también es posible que fuera porque por teléfono decir: " me quedo tres días más porque estoy organizando la vida de Elena", sería imposible de digerir. De modo que voy a llamarle y me contará lo ocurrido. No es que dude de lo que me has dicho, sino que trato de arreglar vuestra situación. Obraré con astucia. Me presentaré en su oficina y haré que me invite a comer. Después me las arreglaré para hablar con él.
- No Grace, no lo hagas. La verdad es que ya no me quiere como al principio, se ha acostumbrado a mi...,eso es todo
-Ana, Ana. El respira por ti ¿ cómo puedes decir que ya no te quiere? ¿ Confías en mi ?
- Claro Grace. Estoy aquí. Me siento unida a ti, siempre me has tratado como a Mia. ¡ Oh Grace ! ¿Por qué ha pasado todo esto ?
-Mi querida niña. La vida es complicada y más aún la hacemos los humanos. Christian debió ir con la verdad por delante. Tiene un gran corazón, y sus buenos sentimientos le perdieron. Hubiera sido distinto si se tratase de otra persona, pero ella... Creo que tienes razón: dejó a propósito el señuelo, y tu has caído en él. A mi también me hubiera pasado, pero no te preocupes: todo se arreglará. Los chicos ¿saben algo?
- No les hemos dicho nada, pero se imaginan que por una simple discusión no nos separamos. - Grace abrazó tiernamente a Anastasia, que se refugió en ella rompiendo a llorar de nuevo..
Al día siguiente de la conversación, Grace se vistió elegantemente y se dirigió a la ciudad, advirtiendo que posiblemente se quedase a dormir en casa de Christian. . Llegó ante el imponente edificio de las oficinas Grey, y haciéndose anunciar, salió a recibirla un Christian extrañado de su presencia allí:
- ¡ Mamá ! ¿ Cómo tú por aquí ?
- He venido a visitar a una amiga enferma y he pensado que me invitases a comer
-Por descontado, y además muy contento de hacerlo juntos
- ¿ Por qué no llamamos a Anastasia para que se reúna con nosotros ?
- Ven mama, entra en el despacho. - La condujo hacia su despacho y allí la dijo:
- Verás mamá... Anastasia y yo... estamos enfadados y en estos momentos no es lo más indicado para una reunión familiar
-¿ Qué os ha pasado? Siempre habéis hecho las paces en el día. Algo grave debe ocurrir para que no quieras que comamos juntos
-Es complicado
- Cuéntamelo. Tengo todo el día libre. Así que cancela todo lo que tengas para hoy, y dedícamelo - Christian se la quedó mirando con ternura y descolgó el teléfono interior llamando a su secretaria
- Andrea, cancele por favor todo lo que tenga para hoy
- No hay nada de particular, así que lo haré como me indica. - Tomó a su madre del brazo y tras besarla en la frente salieron del edificio.
- Creo que para mayor tranquilidad, y puesto que es largo lo que he de contarte, mejor vamos al Escala. Allí estaremos solos y nadie nos interrumpirá. Si vamos a casa, los chicos podían enterarse y es algo que sólo a Ana y a mi interesa. Ellos están al margen de nuestras diferencias.- Y hacia Escala, se encaminaron.
Al llegar al edificio, y ante una copa de vino, Christian fue contando a su madre todos los acontecimientos ocurridos tras su encuentro con Elena. Y concluyó:
- Y lo más grave de todo, mamá, es que se ha marchado de casa sin decir a dónde iría, y no sé dónde está. Llama a los chicos y les dice que está en un pueblo de nombre muy raro, pero pienso que no desea decir donde verdaderamente se encuentra. Me está volviendo loco no saber por dónde anda, y si regresará a casa, si volveremos a ser como antes, en fin si nuevamente tendremos la complicidad que siempre hemos tenido. La echo de menos muchísimo.. Me arrepiento enormemente de lo que hice; creí que sería una buena acción
- Y lo era hijo, pero no debiste mentirle. Y ahora llévame a casa
- Se nos ha hecho un poco tarde. Quédate en casa y mañana te llevo
- No querido. Tengo un marido que también me echa de menos - Christian rió y abrazándola entraron en el ascensor
- Todo pasará, hijo mio, todo pasará. Os amáis, es lo importante, ya lo verás.- Tendrás que llevarme otro día mi coche, lo dejé aparcado en tus oficinas
- Te lo llevaré. Vamos en uno mio.
Había algo extraño en todo ello que no le encajaba. Ana pensaba que su hijo se había acostado con Elena, ¿ Cómo es que había vuelto a verla ? ¿ En Nueva York? ¿ En una cafetería ? ¿ Que la había mentido y que la había recompensado nuevamente?. No podía ser posible. El amaba a su mujer y no haría algo así. Le llamaría por teléfono y conocería la otra versión. Se apiadó de Ana que lloraba sin consuelo. Abrió sus brazos para que se refugiase en ellos y trataría de calmarla con dulces palabras de apoyo y cariño. Pasaron unos minutos y mirándola a los ojos la dijo:
-Ana querida, Christian te adora, no podría vivir sin ti. Pienso que todo es un cúmulo de malentendidos que deberá explicar con amplitud, aunque pienso que debió decírtelo y no mentir respecto a la duración de su estancia en Nueva York. Pero también es posible que fuera porque por teléfono decir: " me quedo tres días más porque estoy organizando la vida de Elena", sería imposible de digerir. De modo que voy a llamarle y me contará lo ocurrido. No es que dude de lo que me has dicho, sino que trato de arreglar vuestra situación. Obraré con astucia. Me presentaré en su oficina y haré que me invite a comer. Después me las arreglaré para hablar con él.
- No Grace, no lo hagas. La verdad es que ya no me quiere como al principio, se ha acostumbrado a mi...,eso es todo
-Ana, Ana. El respira por ti ¿ cómo puedes decir que ya no te quiere? ¿ Confías en mi ?
- Claro Grace. Estoy aquí. Me siento unida a ti, siempre me has tratado como a Mia. ¡ Oh Grace ! ¿Por qué ha pasado todo esto ?
-Mi querida niña. La vida es complicada y más aún la hacemos los humanos. Christian debió ir con la verdad por delante. Tiene un gran corazón, y sus buenos sentimientos le perdieron. Hubiera sido distinto si se tratase de otra persona, pero ella... Creo que tienes razón: dejó a propósito el señuelo, y tu has caído en él. A mi también me hubiera pasado, pero no te preocupes: todo se arreglará. Los chicos ¿saben algo?
- No les hemos dicho nada, pero se imaginan que por una simple discusión no nos separamos. - Grace abrazó tiernamente a Anastasia, que se refugió en ella rompiendo a llorar de nuevo..
Al día siguiente de la conversación, Grace se vistió elegantemente y se dirigió a la ciudad, advirtiendo que posiblemente se quedase a dormir en casa de Christian. . Llegó ante el imponente edificio de las oficinas Grey, y haciéndose anunciar, salió a recibirla un Christian extrañado de su presencia allí:
- ¡ Mamá ! ¿ Cómo tú por aquí ?
- He venido a visitar a una amiga enferma y he pensado que me invitases a comer
-Por descontado, y además muy contento de hacerlo juntos
- ¿ Por qué no llamamos a Anastasia para que se reúna con nosotros ?
- Ven mama, entra en el despacho. - La condujo hacia su despacho y allí la dijo:
- Verás mamá... Anastasia y yo... estamos enfadados y en estos momentos no es lo más indicado para una reunión familiar
-¿ Qué os ha pasado? Siempre habéis hecho las paces en el día. Algo grave debe ocurrir para que no quieras que comamos juntos
-Es complicado
- Cuéntamelo. Tengo todo el día libre. Así que cancela todo lo que tengas para hoy, y dedícamelo - Christian se la quedó mirando con ternura y descolgó el teléfono interior llamando a su secretaria
- Andrea, cancele por favor todo lo que tenga para hoy
- No hay nada de particular, así que lo haré como me indica. - Tomó a su madre del brazo y tras besarla en la frente salieron del edificio.
- Creo que para mayor tranquilidad, y puesto que es largo lo que he de contarte, mejor vamos al Escala. Allí estaremos solos y nadie nos interrumpirá. Si vamos a casa, los chicos podían enterarse y es algo que sólo a Ana y a mi interesa. Ellos están al margen de nuestras diferencias.- Y hacia Escala, se encaminaron.
Al llegar al edificio, y ante una copa de vino, Christian fue contando a su madre todos los acontecimientos ocurridos tras su encuentro con Elena. Y concluyó:
- Y lo más grave de todo, mamá, es que se ha marchado de casa sin decir a dónde iría, y no sé dónde está. Llama a los chicos y les dice que está en un pueblo de nombre muy raro, pero pienso que no desea decir donde verdaderamente se encuentra. Me está volviendo loco no saber por dónde anda, y si regresará a casa, si volveremos a ser como antes, en fin si nuevamente tendremos la complicidad que siempre hemos tenido. La echo de menos muchísimo.. Me arrepiento enormemente de lo que hice; creí que sería una buena acción
- Y lo era hijo, pero no debiste mentirle. Y ahora llévame a casa
- Se nos ha hecho un poco tarde. Quédate en casa y mañana te llevo
- No querido. Tengo un marido que también me echa de menos - Christian rió y abrazándola entraron en el ascensor
- Todo pasará, hijo mio, todo pasará. Os amáis, es lo importante, ya lo verás.- Tendrás que llevarme otro día mi coche, lo dejé aparcado en tus oficinas
- Te lo llevaré. Vamos en uno mio.
Autoría: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Editada: 2016
Ilustraciones: Internet
DERECHOSA DE AUTOR RESERVADOS
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