Estoy rendida. Los pies me duelen mortalmente debido a los altos tacones de mis zapatos de primerísima marca, pero me matan. Al estar sentados Christian me entrega una carta que a su vez dejaron a Sawyer para que me fuera entregada. No sé de quién y para qué es. La guardo en mi bolso y reclino mi cabeza en el hombro de Christian. Comentamos el resultado de la fiesta y de los maravillosos que han sido los fuegos artificiales. Me alegra haber sido tan bien recibida por sus padres, y me emplazan a que vaya otro día, en que más tranquilamente nos sentemos, la familia, a comer una de las barbacoas que Carrick prepara . Yo acepto.
Al fin el sueño me rinde y me duermo bajo la atenta mirada de Christian, que acaricia los nudillos de mi mano con su pulgar. Esos deliciosos masajes en mis dedos, me relajan, me gustan y me hacen sentir segura porque él cuida de mi. Un beso dulce, me despierta: hemos llegado a casa. Taylor le pasa a Christian una comunicación que ha recibido. Medio adormilada observo que el gesto de Christian se ha crispado. Aparcamos el coche, pero no me deja salir de él; veo venir a Sawyer en nuestra dirección, y que habla algo con Christian. ¿ Qué ocurre?, le pregunto y me dice que no es nada importante. Me ayuda a bajar, y trata de distraerme ¿ de qué ?. Pero lejos de hacerlo, hace que me fije más en lo que nos rodea, y al pasar cerca del lugar en donde está aparcado mi coche, me suelto de su brazo y me dirijo hacia él. Mis ojos no dan crédito a lo que veo: sus ruedas desgarradas y el capó totalmente manchado de pintura blanca. ¡ Mi coche!, exclamo a la vez que Christian me toma de los hombros y me aleja de allí
- ¿ Pero por qué han hecho eso? ¿ A qué viene ese ataque ?
Nadie dice nada, nadie comenta nada. Yo miro a Christian buscando en su rostro alguna explicación plausible, pero está hermético y con las mandíbulas apretadas. Mejor no comentar nada. Inmediatamente me introduce en el ascensor y vamos acompañados por Sawyer, y su rostro no va más tranquilo que el nuestro. Cuando estamos llegando,, observo que de sus orejas cuelgan unos cordones negros que se introducen en un bolsillo de su chaqueta: son unos auriculares.
Posiblemente los lleve desde hace tiempo, pero creí que era algo normal en alguien que ejerce como seguridad.
Se gira dándonos la espalda, y compruebo que habla con alguien en voz muy baja. Christian no le pierde de vista: está preocupado.
Las puertas se abren y me dispongo a salir, cuando Sawyer nos impide la salir y le dice a Christian que esperemos, que Taylor se reunirá con nosotros en un momento. Cada vez más alarmados, Christian le obliga a abrir la puerta del apartamento. Me aferro a la manga de su traje para impedir que se vaya, pero él me quita las manos y desaparece en el interior. Quiero ir tras él, pero el guardaespaldas me lo impide siguiendo las órdenes de Christian. Algo grave está pasando y yo quiero saberlo. Christian está en peligro y no puedo permanecer quieta. Mis oídos se agudizan tratando de escuchar algún sonido extraño, fuera de lo normal, pero no escucho nada. De repente vuelve a abrirse la puerta y ante mí está Christian sano y salvo. Suspiro con alivio y casi me desmayo por la ansiedad. Me toma por la cintura y me conduce hacia el dormitorio.
- Enseguida vuelvo- me dice.
Decididamente algo grave está pasando. Salto de la cama y decido ir en su búsqueda. Todo esta a oscuras, tan sólo una lámpara alumbra el salón. Christian está sentado frente al piano, pero no interpreta nada, sino que mira al frente: tiene sus manos en el teclado. No sé si es que va a tocar alguna pieza o que termina de hacerlo. Me acerco lentamente para no distraerle, pero él se percata de mi presencia. Me tiende un brazo y yo tomo su mano. Me acurruco entre sus brazos mimosa; tiene el gesto contraído y yo deseo calmarle.
Le pido volver a la cama, y accede. Me dice que también está cansado, y a mi pregunta por lo ocurrido, abiertamente me dice que es una exageración extrema de Taylor, que deseaba asegurarse de que no habían entrado en el apartamento
- ¡ Pero si esto es una fortaleza ! - le digo yo a modo de broma. Él quita importancia al asunto y me toma en brazos para llevarme de vuelta a la cama. Al entrar en la habitación, ambos a un tiempo, notamos la baja temperatura existente en la habitación. Nos miramos sin comprender bien a qué es debido, y Christian dirige su mirada hacia el balcón que está abierto
-¿ Lo has abierto tú? - me pregunta.- Le digo que no, segura de ello. Y a continuación le relato la extraña visión que tuve al despertarme. A Christian le cambia el color de la cara, e inmediatamente llama a Taylor y le dice:
- Está aquí ...
Autoría: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Editado: Año 2017
Ilustraciones: Cincuenta sombras más oscuras
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