Cada vez me siento más incómoda. Miro a todos lados buscando el momento oportuno para levantarme y poder ir al lavabo, y quitarme el artilugio que llevo dentro. Pero ahora comienza la subasta, ¡ vaya por Dios ! Comienzan las pujas y poco a poco van quedando para el final las ofertas más caras, pero también las más suculentas. Y llega el turno de Aspen, y no lo pienso más. Es la oportunidad de revertir el precio de mi escarabajo, y hago la señal con el importe íntegro del cheque de Christian. Me mira incrédulo y creo que no le ha gustado mucho; no ha sido devolverle el dinero, sino cooperar con algo importante, simplemente. No necesito ese dinero. Al final, con una medio sonrisa me dice unas palabras y creo que su enfado ha concluido. Le comento que debo ir al servicio lo más pronto posible; le necesito, a Christian, porque él es el único que me puede aliviar. Cuando ambos nos disponemos a ir, Mia se ofrece para acompañarme. Todo lo que puedo hacer es librarme de ello, pero ¿cómo? Necesito a Christian. ¡ Vaya la oportunidad de Mia !
Me mete prisa porque viene la segunda parte del evento. Una especie de venta de chicas, en la que se paga el precio más alto por bailar con una determinada señorita. No tenía ni idea de que venía este juego, y al que he sido "invitada" por Mia, que insiste en ello. No hay nada que más me avergüence que el exhibirme en público. Nos suben a una especie de tarima que hace las veces de escenario, y frente a nosotras todos los caballeros, muy sonrientes, que están dispuestos para conseguir nuestro baile. Se van sucediendo las distintas parejas, y mi momento se acerca. Hay dos caballeros que se disputan mi baile; a uno le conozco: es Christian, pero ¿ el otro? Tiemblo al pensar lo que hacía unos instantes me comentaba Mia, " Christian se peleaba con todos ". Espero que sea él el que gane por varios motivos, pero también porque no quiero discusiones y peleas, y estoy con temor de que si no lo consigue termine a porrazos con el competidor.
Pero no ha lugar, Christian se alza con la cantidad más importante hasta ese momento. Debajo del antifaz, mis ojos no se pueden abrir más ¡ Cien mil dólares por un baile !. El otro aspirante, hace una inclinación de cabeza y sonríe educadamente. Christian me ayuda a bajar del escenario, y a paso ligero me conduce hasta un lugar en el que pueda aliviarme. Me lleva a su habitación de adolescente. Miro con curiosidad todas las cosas que contiene porque es una parte de la vida de él que no he vivido. Mientras tanto, Christian se está desabrochando la pajarita y me ayuda a quitarme el vestido. Observo también una pequeña fotografía que tiene en su corcho. Le pregunto quién es y me dice que alguien sin importancia
- Vamos tenemos poco tiempo - Me da unos azotes que me alivian. Todo muy rápido; hemos de incorporarnos al baile que viene a continuación y no hay tiempo para más.
Por fin conozco a quién estaba interesado en bailar conmigo: se trata del doctor Flynn, y como el que no quiere la cosa, me somete a una especie de interrogatorio que a mi me suena a psicoanálisis. Al terminar el baile, me devuelve nuevamente a Christian., y bailamos la melodía que en estos momentos interpreta la orquesta y el vocalista " Te llevo bajo mi piel ", es el título de la canción. Le miro y sonreímos por lo exacto que es ese título, ajustado a lo que acabamos de hacer. A Christian le paran unos conocidos y se detiene un momento a charlar con ellos; mientras me dirijo a la mesa a recoger mi bolso.
En la carpa no hay más que los camareros recogiendo todo, pero alguien con una máscara color negro y muy sofisticada, me llama por mi nombre. Enseguida adivino quién se esconde tras ella. Me reprocha mi comportamiento con Christian cuando le abandoné y me hace advertencias, indicando que no me va a tolerar que vuelva a hacerle daño. No me muerdo la lengua y la reprocho su proceder y que no es nadie para decirme nada. Corto la conversación y voy ligera fuera de la carpa.
Christian ve que llevo la cara contraída y se acerca hasta mi para averiguar lo que pasa. No me detengo en mi camino y le digo que se lo pregunte a ella y giro la cabeza en la dirección en donde está Elena sentada .Claramente Christian está de mi parte, y me acompaña hasta el servicio que es a donde me dirigía. Mientras entro, a la salida, veo que está hablando con ella, casi discutiendo. Me da la opción de marcharnos a casa o quedarnos a presenciar los fuegos artificiales que será el broche final de la velada. Elijo esto último y pasamos un rato delicioso.
Me siento cansada por los zapatos y por todas las tensiones vividas, así que cuando termina el espectáculo, pido a Christian irnos a casa. Tras esperar un momento a que se despeje todo, entramos en el coche, después de que Sawyer le dé una carta que le habían dado para entregármela.
Autoría: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras más oscuras.
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