CHRISTIAN AND THE SHADES

CHRISTIAN AND THE SHADES
Todo lo relacionado con Cincuenta Sombras de Grey. Basado en la trilogía de E.L. James

martes, 23 de febrero de 2021

Los Grey / La liberación de Christian - Capítulo38 - En casa

 Con cuidado la ayudo a vestirse ¡ nos vamos a casa ! Somos felices.  Ella ha vuelto y nuestro disgusto ha quedado de momento aparcado. Tendremos que hablar, lo sé´.He de dar explicaciones, pero hoy no.  No quiero que Ana pase por más emociones, que las justas.  A Taylor se le ve contento por la : recuperación de Anastasia, y algo a lo que no estoy acostumbrado: conduce el coche mucho más despacio de lo normal.


Estoy deseando llegar a casa y que Ana se encuentre cómoda. Le digo que acelere, y entonces él me da una explicación muy simple, pero lógica que hace que mi estima por él aumente muchos enteros:

- Señor Grey, la señora tiene contusiones.  Si acelero podría frenar bruscamente y eso le haría daño.  Mejor ir despacio

Ana sonríe y me mira. Verdaderamente aprecia a Ana.  Ella le pone la mano en el hombro y le agradece su deferencia.  Por fin el Escala luce majestuoso frente a nosotros. nos deja en la misma puerta del ascensor, mientras él va a aparcar el coche.  Llevo a mi mujer tomada por la cintura; se muestra algo vacilante en sus pasos, pero yo la sujeto.  Al entrar en el ascensor, comienza a temblar ¿ tienes frio?, le pregunto, ella me dice que no con la cabeza.  Pero de repente rompe a llorar y me desconcierta ¿ Qué le ocurre, siente algún dolor? Apoya su cabeza en mi pecho y comprendo que le estará dando el bajón de todo lo ocurrido.  Suavemente abarco su cuerpo con mi abrazo, sin apretarle para no hacerla daño.



- Cálmate cielo.  Ya todo ha pasado. Estás en casa y yo contigo; te cuidaré y protegeré siempre ¿ me oyes? siempre.-  No se si ha entendido ese significado.  He querido darle a entender que también cuidaré a mi hijo, que nunca dejaré que se marche y que yo tampoco me iré.  No tiraré la toalla, aunque lo hiciera aquella noche en que supe la noticia.  Pero sigue con mucho miedo y eso es algo que tendremos que hablar largo y tendido.  Tengo muchas cosas que explicarle y que ella me explique.  Nunca me he visto en una situación semejante y me da miedo no estar  la altura de las circunstancias.  Llegamos al apartamento y ella continua llorando nerviosa. La tomo en mis brazos y la conduzco hasta nuestro dormitorio.  Allí la deposito con cuidado encima de la cama y me siento a su lado.  La beso con cuidado,  pero con todo el amor del mundo que siento por ella.  La tengo abrazada dándole ese amparo que en estos momentos necesita.  Y por fin, se va calmando poco a poco.  Nunca me he enfrentado a una situación como esta y estoy algo desconcertado: no sé qué hacer con ella.  Le pregunto si desea acostarse, me dice que no con la cabeza.  Me pide que le ayude a bañarse

- ¿ Quieres bañarte?- le pregunto - ella mueve la cabeza negativamente y me mira como para ver mi reacción al pronunciar un nombre:  Leila. No quiere que la bañe como lo hice con ella ¿ por qué piensa en eso ahora ? Se lo expliqué en su día. Y de pronto lo entiendo: si lo hice por caridad, ella no desea ese sentimiento de mi, sino amor. " Mi vida ¡ si es lo que siento !, pienso.



 Acepto afirmativamente y la conduzco hasta la ducha. Hago que se siente en una silla mientras yo me desvisto: no quiero que se maree y se caiga.  Lo hago  rápido, y más lentamente procedo igual  con ella.  Especial cuidado al quitarle la ropa por la cabeza; por nada del mundo deseo dañarla.

Su cuerpo desnudo frente a mi, me hace visualizar las lesiones que tiene.  Un tremendo hematoma en el costado, abrasamientos y cardenales en el hombro y en el brazo en el que cayó.  Miro su rodilla y la tiene algo hinchada con un gran cardenal. Acaricio su cara con gesto de dolor por ella. La abrazo y ella también lo hace.

Con cuidado la pongo debajo de la ducha.  No rompemos nuestro abrazo; beso su cabeza y su rostro por el que corren nuevamente unas lágrimas, que dejo que fluyan libremente, mientras el chorro de agua caliente cae sobre nuestros cuerpos.  Instintivamente bajo mi mano hasta su vientre y por primera vez, ella me mira y me sonríe. Estoy acariciando a nuestro pequeño que fue protegido por su madre de las patadas de ese salvaje que la agredió tan cruelmente.  Si ella ha sido capaz en esos momentos de reaccionar así, ¿ qué te impide, Grey, demostrar ese sentimiento que ha nacido en ti, tan nuevo, pero tan tierno y natural como es el de ser padre.?  Le ha gustado esa expresión de cariño y aceptación. " No importa tu miedo.  Sólo ellos dos importan y tu tienes la obligación, como cabeza de familia, de protegerles y amarles, a ambos.  Esconde tus miedos;  ella te ayudará a desvanecerlos como ha hecho siempre."

  La lavo con sumo cuidado, pasando la esponja por las heridas. Se me encoge el corazón sólo de pensar en el peligro que corrió, y yo, que tenía que cuidar de ella, estaba lejos, enfadado y sin hablarle.  En el último correo que la envié, ni siquiera había una palabra tierna que le indicara lo mal que me sentía por la situación que estábamos viviendo.  No deseaba que estuviéramos enfadados, distanciados de ese modo. A mi gesto de sentimiento, ella responde

- No me duele -.  Pero yo se que no es verdad que si siente dolor y no sólo físico, también anímico, y  miedo por Jack y por todo lo que nos ha ocurrido.  Beso de nuevo su cabeza y salimos de la ducha.  La seco con sumo cuidado y hago que se acueste un rato para descansar.  Ella acepta y cuando se encuentra en la cama, me mira, acaricia mi mejilla y me dice ¡ qué bien se está en casa !

Quiero que se duerma, pero desea que me acueste a su lado, y yo también.  Abro la cama y me echo junto a ella y la abrazo abarcando su cintura.  Creo que en ese momento de tranquilidad en nuestro azaroso fin de semana, es hora de   comenzar a dar explicaciones, pero observo que poco a poco sus párpados se van cerrando y yo dejo que duerma.

Gail ha golpeado la puerta suavemente en el dormitorio. Abro y me dice que el señor Welch, está esperándome con algo que ha de entregarme y que parecía urgente.  Despacio, con cuidado,  salgo de la habitación y me encamino hacia él.

- Señor Grey, lamento importunarle, pero como dijo que era  urgente...  Acabo de regresar de Detroit y aquí le traigo todo la documentación que precisaba para su información.
- Gracias Welch, y lamento haberle destrozado el fin de semana
-No tiene importancia.  Como sabe soy soltero y no he interrumpido la paz hogareña. Dígame, ¿ cómo se encuentra la señora?
- Está mejor, afortunadamente, gracias, pero algo traumatizada.  Espero que en unos días todo haya pasado.
- Bien.  Me alegro, señor Grey.  Ahora  voy a casa. Si necesita algo dígamelo. Buenas tardes y me alegro de que todo se haya solucionado. Ese sinvergüenza va a tardar muchos años en hacer otra fechoría, y espero que se lo piense mejor otra vez. Presente mis respetos a la señora Grey
- Adiós Welch y gracias por todo. Tómate el lunes libre. Si te necesitara ya te llamaría.

Voy de nuevo a la habitación.  Después de todos estos días no quiero dejar sola a Ana; han sido días angustiosos en que la creí perdida y una vez mas, me doy cuenta de lo que la necesito.  Rasgo el sobre y comienzo a leer el informe que Welch ha confeccionado.  Ante mis ojos destaca una fotografía que nunca había visto, ni siquiera sabía que existiera; en realidad no sé nada de mi vida infantil.  Me detengo en ella: mi madre biológica.  Era guapa, y en su rostro casi infantil, se percibe la inocencia de la juventud antes de perder la vida con el camino equivocado que tomó.   Junto a esa fotografía hay otras: unos niños y una pareja de la que no tengo ni idea quienes puedan ser. Guardo con cuidado las fotos. Me ha conmovido verla,  y sigo leyendo el informe


  Leo concienzudamente, pero llego a un apartado, que leo  por tres veces. No termino de creer lo que hay reflejado en el documento.
Creo que la sangre ha huido de mi.  No me doy cuenta que ella se ha despertado y me mira alarmada.  El sonido de su voz me saca de la abstracción

-¿ Qué pasa Christian ? - Giro la cabeza y veo preocupación y miedo en la expresión de su rostro
- Acaba de marcharse Welch. Le pedí que hiciera averiguaciones sobre Jack, y me ha traído la documentación
- ¿ Y ? - me dice ella

Necesito tenerla cerca, así que abro el embozo de la cama y me acuesto nuevamente  a su lado, mientras ella reclina su cabeza en mi pecho.

- Viví con él, Ana, ¡ Viví con él !
-¿ Cómo que viviste con él. ¿ Con quién ?
- Con Jack
- Christian, me estas asustando ¿ qué ocurre  ¿ dónde viviste con él ?
- En la casa de acogida en la que estuve hasta que los Grey me adoptaron.  Ahora todo tiene sentido
- No te estoy entendiendo y necesito que me hables claro. ¿ Qué es lo que tiene sentido ?
-En la nota que me envió notificándome tu fracasado secuestro, ponía una frase que   decía
" lo sé todo de ti, pajarito ".  Ese era un libro que a mi me gustaba mucho y que la señora de la casa de acogida me leía todas las noches ¿ Eres tú mi mamá ?.  Ella, a la vez que revolvía mis rizos cariñosamente, me llamaba pajarito, porque era muy pequeño y delgaducho. ¿Te das cuenta la conexión? Durante todo este tiempo, ha sabido quién era yo. Ahora creo que siempre me ha odiado


Ana me dice algo que en cierta ocasión le comentó Jack o quizá fui yo, no estoy seguro, y era ": habría sido todo diferente si en lugar de ser él..."

- Todo encaja - me dice Ana-. Si en lugar de ser tú, tus padres le hubieran elegido a él.  Llámales.  Tienes que hablar con ellos
- Ya lo haré. Hoy es sábado y habrán salido.  El lunes lo haré
- No Christian. Hazlo ahora. Si no están, lo intentas mañana; tienes que hablar con ellos porque te aclararán muchas cosas que ahora tienes en blanco. Llámalos. Esos papeles te han alterado.- Lentamente saco la foto de mi madre y se la muestro
-¿ Tú madre? Era guapísima, y te pareces a ella.¡ Lástima !¿ Que has sentido cuando la has visto? ¿ Y estas otras?- dice refiriéndose a las de los niños y la pareja
- No tengo ni idea.  He sentido una sensación extraña... creo que pena, por ella..., y por mi.  Por ese niño que no disfrutó de una infancia feliz y que me traumatizó para el resto de mi vida.- Ella me acaricia con ternura como para compensarme de todas estas noticias.
- Christian este niño pequeño eres tú.  Estoy segura de ello. Tienes cara de asustado y estás muy delgado.

 Y como en las mayoría  de las veces, sigo su consejo, que siempre me ha resultado útil y acertado. Lo hago, y sorprendentemente mis padres están en casa. Me dicen que no tenían ganas de salir, que aún estaban nerviosos por lo ocurrido el jueves y que no les apetecía escuchar las charlas de sus insustanciales amigos. " Mejor en casa y vemos televisión; además tu hermana necesita tranquilidad". Es lo que me dicen ante mi sorpresa al encontrarles en casa.

- Papá he recibido una documentación que acaba de traerme Welch, y necesito hablar con vosotros.
- Ana ¿ está bien ?
-Si está bien
- Muy bien, en ese caso salimos inmediatamente para allá, y hablaremos de todo cuanto quieras y aclaremos de una vez todas las dudas que tengas
-¿En serio ? ¿ Vendríais  ?


- ¡ Naturalmente que vamos! Sois nuestros hijos y al igual que tu harás con el tuyo, hacemos por vosotros. Si lo sé, mamá  me lo dijo, y tuve una charla con Anastasia, pero nadie más lo sabe.  Ni siquiera Mia.  Tengo el manos libres, así que mamá te ha escuchado al tiempo que yo, y me está diciendo que si con la  cabeza. Creo que en media hora aproximadamente estaremos allí.  Mia vendrá con nosotros; no queremos dejarla sola por si se sintiera mal. Todo este problema nos ha alterado a todos y estamos muy preocupados por vosotros. No quiero ni pensar si a nuestra  Ana le hubiera ocurrido algo. Bueno, afortunadamente todos estamos bien, así que si.  Salimos para allá.
-Vienen para acá
- ¿ Te das cuenta? Ellos quieren tanto como tu dejar zanjado el asunto tuyo. Antes no han tenido oportunidad, porque tu no les distes cancha
-Se esta´volviendo muy gruñona señora Grey. El estar herida no le da ninguna prerrogativa.  Aquí el cabeza de familia soy yo.



- No te pongas tan serio y no me hagas reír, que me duelen las costillas. Voy a levantarme y a ponerme un poco guapa, que estoy hecha un desastre

Estoy contento porque poco a poco mi Ana vuelve, pero a la vez preocupado por lo que mis padres puedan contarme.  Tengo muchas lagunas en mi vida, que deseo averiguar, y ellos me ayudarán a cerrar ese capítulo definitivamente.

Apenas ha pasado media hora, el torbellino Mia entra en casa abrazándose a Ana. Mi hermana no puede reprimir las lágrimas de emoción y besa y abraza fuertemente a Ana, que mirándome parece pedirme que le diga algo, porque sus costillas contusionadas crujen.  Mia se da cuenta e inmediatamente cesa en su efusividad. Le da las gracias una y mil veces, lo que hace sonrojar a Anastasia

- ¿ Cómo te encuentras? - le pregunta mi madre mirándola con la ternura y agradecimiento que le deben
-Bien. Estoy bien, Grace.  Algo dolorida, pero nada que no pueda soportar con un calmante.
- Ven aquí mi pequeña heroína - le dice mi padre besándola en la frente.  Ambos se miran por unos instantes; Carrick sonríe satisfecho, y Ana baja la vista tímida.  Ellos se entienden perfectamente.

- Ahora vendrán Elliot, Kate y Ethan. Les he dicho que íbamos a tener una fiesta familiar y han dicho que sin ellos no habría fiesta- dice riendo Mia.

Lanzo una mirada a mis padres, viendo frustrado nuestros planes, y ellos comprenden que estoy nervioso por saber algo. Entonces Ana le pide a mi hermana que le ayude con los preparativos, al tiempo que Carrick, comenta en voz alta

- Christian, vamos al estudio.  Hay algo que quiero decirte referente a todo este lío que ha ocurrido.  Si vienen los chicos no vamos a poder hablar con tranquilidad -. Sé perfectamente a qué "lío" se refiere.  Mi madre dice

- Yo también voy con vosotros-. Nos dirigimos al estudio, pero antes doy un beso a mi mujer

Autoría:   Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James  Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Cincuenta sombras
Edición:  2017
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

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